Era la sexta Maratón Popular de Madrid y la finalizaron 2.645 corredores. Hice un tiempo de 3 horas 21 minutos y 36 segundos y quedé en el puesto 965.
Desde muy jovencito leyendo la historia del griego Filípides soñaba con disputar y finalizar algún día su histórica hazaña. Lo logré en el llamado Maratón de Gáldar (Gran Canaria) en el año 1981. Fue la primera prueba en esta distancia que se celebraba en Gran Canaria y que comenzaba en Gáldar para finalizar en la pista de Martín Freire. Llegué casi muerto, pero llegué.
A la Maratón que se celebró en Madrid el 24 de abril de 1983 fuimos muy poquitos y si mal no recuerdo estos eran sus nombres: Carmen Déniz, Ángeles Hernando, Juan Manuel Nuez, José Sosa, Miguel Martel, Gilberto Angulo y el autor de este blog.
Al año siguiente acudimos a la Maratón de Barcelona. Fuimos los mismos, menos Gilberto Angulo, aunque se añadieron Gaspar Jiménez, Vicente Umpiérrez, José Luis Brito y Manuel López el Tirajana. En la Maratón de Gáldar había hecho 3 horas, 8 minutos y 57 segundos y soñaba con bajar de las tres horas. Una marca muy digna para un corredor de mis características, pero no lo logré. Hice 3 horas, 16 minutos y 4 segundos, según el diploma, aunque El Periódico de Cataluña me ponía un tiempo de 3 horas, 15 minutos y 48 segundos.
No es para justificarme, pero el que no pudiese bajar de las tres horas no fue debido a una pájara, sino a unas zapatillas nuevas que hizo que se me agarrotaran de tal manera los gemelos que a partir del ecuador de la carrera no pudiese impulsarme y tuviese que ir arrastrando los pies hasta llegar a la meta. Fue para mí una gran frustración. Todos mejoraron sus marcas, menos yo. En esa maratón Gaspar Jiménez hizo un tiempo de 2 horas, 30 minutos y 18 segundos y eso que salió a correr con un resfriado.
Volviendo a la Maratón de Madrid todavía recuerdo a un participante que tenía ochenta años, muy popular en aquellos momentos. Hizo un tiempo de 4 horas y muy pocos segundos. Tuve oportunidad de charlar con él en el Hotel Meliá-Castilla y me dijo que siempre había practicado ciclismo, pero que comenzó a tener problemas de visión y decidió dedicarse a correr. No recuerdo ahora si era gallego o cántabro.
Una enfermedad de tiroides me imposibilitó seguir por un tiempo con esta actividad deportiva. Las cosas no fueron igual a partir de aquellos momentos. Hoy con sesenta y cinco años no me he planteado nunca dejar este deporte por el que siento verdadera devoción. El recuerdo de aquel participante de 80 años me sirve de estímulo. Por supuesto, nada puede volver a ser igual. Los años y los kilos pasan factura. Pero uno puede marcarse objetivos a cualquier edad siempre que la salud se lo permita. Unos objetivos que deben estar en el ámbito de lo posible.
Este deporte es una verdadera droga, una bendita droga que posibilita que el practicante se mantenga alejado de adicciones, cuide más su salud y vigile su alimentación, además de fomentar también las relaciones sociales. Este deporte puede ser practicado a cualquier edad.
Aunque se piense que la maratón popular es una disciplina más del atletismo yo afirmo que no es así. De acuerdo que sus marcas tienen reflejo en el ranking de esta distancia, pero el principal objetivo de la maratón popular es la libre participación de los ciudadanos. Este es el deporte del pueblo.
Todas las grandes ciudades tienen hoy en día una maratón como referencia deportiva: Madrid, Barcelona, Nueva York, Berlín, Londres, etc., tienen programada anualmente una prueba de esta distancia.
Las Palmas de Gran Canaria, gracias al Cabildo de la isla, tiene también programada anualmente la MARATÓN DE GRAN CANARIA que se celebra en el mes de enero. Es una carrera que se disputa en la ciudad y que tiene como principal atractivo el que en su itinerario pasa por el paseo de la popular PLAYA DE LAS CANTERAS, la mejor playa urbana del mundo, una playa preciosa. En ella pueden entrenar, practicar surfing en LA CÍCER y disfrutar de un clima envidiable. Si vienen a participar en la maratón, seguro que repetirán.
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